domingo, 16 de junio de 2013

COCA LIGHT Lo que realmente pasó entre la Marina y GobTam

NOTA DEL BLOG: 5 de julio del 2013 Soloquiero dejar constancias de que el sr tinajero Jefe de giras de EGIDIO TORRE CANTÚ a pesar de ser funcionario de Gobierno del estado y ademas de que ya se cerró la epoca de propaganda para los partidos SIGUE HACIENDO PROMOCION AL PRI


La Marina Armada de Mexico (@SEMAR_MX) no necesita que nadie la desagravie por el bochornoso evento provocado por Gobierno de Tamaulipas de EGIDIO TORRE CANTÚ evento que le dió la vuelta al mundo por lo de la "COCA  LIGHT" 
 La Marina al igual que el Glorioso Ejercito Mexicano tienen  ganado a pulso  "El respeto y la  fama de protectores del pueblo mexicano" Bien por ellos.

Quise hacer esta entrada porque nadie del Gobierno de Tamaulipas dió una disculpa o justificacion y dejó que los Marinos cargaran con todo el escarnio...  y en bien de la justicia hacia la Marina Armada se debe señalar  al causante o culpable(como quieran llamarle) de esa bochornosa situación, su nombre Jorge Alberto Tinajero Balat y es el director de giras de Egidio torre cantú, el señor falló nada menos que en llevar la dotacion de refrescos que toma su gobernador.

La SEMAR lo unico que hizo al ver tal falla, fué correrle la atencion al gobernador de Tamaulipas quien ese dia era su invitado especial para conmemorar el dia de la Marina ...y sólo solucionó la falla de Gobtam.

(Es necesario decir que dicha persona para cumplir su encomienda hace desplazamientos por carretera de hasta 6 vehículos oficiales hay quejas de automovilistas que durante esos desplazamientos  manejan en forma temeraria poniendo en riesgo las vidas de los que se los topan en los trayectos)



 El 'góber' que hace que todos bajen por los 'chescos'
 fuente:  mx.noticias.yahoo
Nadie puede negar que ante una situación de emergencia las fuerzas armadas de este país se movilizan con una gran velocidad y eficiencia por cielo, mar y tierra para mantener a raya a todo aquel enemigo que ose perturbar la paz, el orden… y la sed.

Eso quedó más que demostrado el pasado 1 de junio en medio de las aguas del Golfo de México cuando en medio de una tremenda crisis los elementos de la Secretaría de Marina realizaron un operativo de rescate de un objeto que de haber fracasado pudo cambiar el rumbo y la historia de este país.

Con todo el poder que la infraestructura y la disciplina militar permiten, un escuadrón surcó las tempestuosas aguas, sorteó peligros, calculó velocidad de viento, estableció coordenadas y a todos los nudos que le permitió el motor de su embarcación, se aventuró a una misión de abordaje, aseguramiento y sustracción de uno de los bienes más preciados por el hombre, en una escala que hizo que el desembarco en Normandía se viera como todo un paseo playero.

En medio de los festejos del Día de la Marina el buque ‘El Huasteco’ se alejó de la costa de Tamaulipas y fue cuando el peligro empezó a acechar. Bajo los abrasadores rayos del sol y el sabor de la sal impregnado por la brisa el equipo del gobernador Egidio Torre Cantú cayó en tensión ante el olvido monumental del que formaban parte, pues a bordo de la embarcación no se encontraba una sola pieza del elixir que mantiene en pie al líder tamaulipeco: una Coca Cola Light.

El nerviosismo se apoderó de guaruras y marinos ante la imposibilidad y la mala fortuna de no hallar una tienda Oxxo en medio del océano y antes de que ardiera Troya y la batalla de Trafalgar palideciera ante la ira del góber, la tecnología en telecomunicaciones se puso en marcha para detectar el punto más cercano donde una lata con el precioso líquido reposara entre el hielo y rodeada de caguamas.

La nave ‘Zamora’ respondió a las llamadas de auxilio de ‘El Huasteco’, aunque la distancia entre los dos buques, su calado y peso muerto les impedían acercarse lo suficiente. Fue entonces que una mente brillante, de esas que surgen de la desesperación en medio de situaciones perdidas y convierte en héroes a los seres más anónimos, sugirió que una patrulla escolta cumpliera con la riesgosa aventura, por lo que en menos de cinco minutos se hizo con el botín para llevarlo a manos del ya para entonces sediento y agonizante Egidio.

Desde ese entonces, cada 1 de junio se conmemora el día en que las fuerzas armadas se cubrieron de gloria en cumplimiento de su deber con una de las hazañas marítimas en la que el mismo Douglas MacArthur y Horatio Nelson hubieran querido participar, siendo recordado como ‘El día en que un góber hizo que bajaran por los chescos’. Más literal no pudo ser.

 

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